martes, 10 de febrero de 2009

La guerra del cambio climático


La guerra del cambio climático
Por Elio Ríos

Termina la Cumbre de Poznan 2008 en Polonia y el resultado esperado al estilo del protocolo de Kioto: sin acuerdos importantes para evitar el cambio climático, los países más industrializados eludiendo comprometerse de disminuir las emisiones de gases que causan efecto invernadero (GEI) y el consabido desconocimiento al derecho de relacionarse con el bosque de los pueblos indígenas y de las comunidades locales en su papel de contraloría social y ambiental en la lucha contra el cambio climático evitando la deforestación y degradación de ecosistemas (REDD).

La reunión que recién termina en Polonia fue una reunión de gobiernos, representando a su país sin consulta a sus pueblos, imponiendo lo que creen que debería ser mejor para sus respectivos países, no necesariamente expresan lo que quieren los pueblos. Pareciera que están interesados los gobiernos de ciertos países en una suerte de fórmula de catástrofe maltusiana dejando correr el cambio climático o simplemente una excusa más para plantear guerras en el mundo (el mejor negocio de la Tierra) debido al acceso a los recursos naturales.

Los desastres naturales ocasionados por el cambio climático (lluvias profusas con inundaciones, huracanes cada vez más fuertes y frecuentes, deslaves, calorones, sequías, aparición de enfermedades selváticas en las ciudades, ampliación y ascenso en las montañas de las zonas tropicales, etc.) que afecta más a las poblaciones vulnerables que no son otras que las que tienen más pobres y que son las quienes viven en los países del tercer mundo, diezman a la patria (la gente, la humanidad). Las gentes y sus ingenios sufrirán. Los países en vías de desarrollo poseen la mayor parte de los recursos naturales, diezmando a la población excluida, afectan a la resistencia de esos países. Además cuántas veces más vamos a ver una guerra por petróleo, después será por el agua, por los alimentos.

Grupos ambientalistas del mundo se mostraron indignados ante los resultados de Poznan 2008 y no creen que será diferente en Copenhague 2009. Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Estados Unidos, se opusieron a la contraloría social y ambiental de las comunidades, así también al derecho de los pueblos indígenas sobre los bosques. Estas son formas de evitar la lucha contra el cambio climático evitando la deforestación y degradación de ecosistemas (REDD).

El desequilibrio consecuente de la degradación de ecosistemas y el cambio climático incidirán en la disminución de la producción de alimentos y el acceso a los recursos naturales como el agua dulce, factores altamente sensibles ante el cambio climático. El gran reservorio de agua glaciar se está disminuyendo paulatinamente, disminuyendo las posibilidades de agua dulce para los cultivos y para uso humano.

Las guerras internas de los países en desarrollo además de diezmar cruentamente a la comunidad, darían paso a la intervención gendármica de los países más desarrollados, ocupación “altruista” que conlleva el manejo de la administración de los recursos naturales del país. Un ejemplo de las consecuencias sociales y de enfrentamiento debido a problemas ambientales lo constituye Africa central, que según se viene afirmando el oscurecimiento de La Tierra (otro problema global) hace una sequía reseñadas en la prensa y documentales en forma profusa.

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