miércoles, 14 de mayo de 2014

El Libertador de las leprosas y los leprosos
Elio Randy Rios Serrano
Convit como toidos y todas le dicen, es una persona, venezolano que además de ser un ciudadano, es patria. Ese amor a las personas y al país, le llevó a ser médico venezolano, con apoyo a las personas que por la desgracia de padecer la lepra sufrieron el encerramiento y maltratos del modelo de atención de antaño. 
En nuestro estado Zulia Simón Bolívar decreta que la Isla de Providencia se asigna a los leprosos y leprosas del país. Allí en esta lacustre ínsula, se recluyeron personas de el occidente del país.El modelo de atención degeneró en el maltrato denunciado por el Dr. Hómez, lo cual le costó su separación del ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS).
Pero una investigación contínua de Convit determinó que ante esta patología de Hansen, se debe entender la inmunología y llevarla a provocar una reacción de estas defensas que revierte la contagiosidad y el avance de la terrible enfermedad. ¡Albricias!¡Libertad a todos y todas! Ya, a partir de la implementación terapéutica los leprosos y leprosas se integraron al resto de la humanidad. Ya podían vivir entre nosotros y nosotras. Dios te cuide y te premie Convit, fue el rezar popular.
Jacinto nació en nuestra capital, en Caracas 11 de septiembre de 1913, donde creció, estudió, trabajó, vivió, ayudó. No se marchó y no huyó a su responsabilidad profesional, científica y libertadora. Su amor a Venezuela y a los venezolanos y venzolanas, su patria lo sembró en nuestra nación. Siguió sus estudios y aplicaciones de la terapéutica inmunológica a otra enfermedad metaxénica tropical terrible, sembrada por el flebotomo: se trata de la leismaniasis. La leishmania destruye en forma de úlcera la piel y destroza el tabique nasal o vive en forma visceral y con la construcción de otra vacuna determinante de curación a las personas con esta enfermedad.
Ya en su creación, su querido Instituto de Biomedicina de Caracas (IBC), nunca dejó de asistir, en su décima primer década de la vida, estaba desarrollando la vacuna contra el cáncer. Allí queda el legado de este Libertador, Convit el día de las enfermeras y enfermeros, 12 de mayo del año 2014, pasó a las investigaciones y curaciones del Cielo.
Libertador de hombres y mujeres quienes dejaron de ser personas para convertirse en leprosos y leprosas. Nuestra propuesta es el homenaje permanente: Colocarle el nombre de Jacinto Convit a la Isla de Providencia, declarar Campo Santo el cementerio de esta isla, hacer en ese espacio dos monumentos, unos para esas personas que padecieron la lepra y sufrieron los desmanes de la forma de atención, el otro para su LIBERTADOR, Jacinto Convit. Recordemos que dijo "no me preocupa el premio nobel, la cura del cáncer si..."