lunes, 2 de septiembre de 2024
Acueductos locales
Acueductos locales
Elio Ríos Serrano
El agua es una molécula conformada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, según
las especulaciones científicas llegó a nuestro planeta Madre Tierra (nombre oficial desde la
Organización de las Naciones Unidas desde 2009), en meteoritos que impactaron nuestra
superficie. Al evolucionar nuestro planeta, se fue enfriando, quedando la solidez de sus capas más
externas y un núcleo aún incandescente. A partir de allí empezó el ciclo biogeoquímico del agua.
En la actualidad, la superficie de nuestro planeta es setenta por ciento agua y treinta por ciento
tierra.
El ciclo biogeoquímico del agua, es para clases, pero vamos a tratar de comentar lo más rápido
posible: Este ciclo se inicia en los cuerpos de agua (océanos y mares), permanece el agua durante
tres mil años, que, al incidir la energía solar en su superficie, la evapora. Una vez ha pasado a la
atmósfera dura entre nueve a diez días, se condensa y forma nubes. Se precipita cayendo por
gravedad en forma de nieve, granizo o lluvia.
Caen las precipitaciones a la superficie sólida y la moja, estableciendo escorrentías en los niveles
geológicos o corriendo por la superficie. La escorrentía que moja los niveles geológicos forma ríos
y lagos profundos (subterráneos) y busca salir a los cuerpos de agua o aflora como jagüeyes o
maná que forman riachuelos, duran estas aguas trescientos años. Las escorrentías superficiales al
juntarse forman ríos, dura diez a doce días y pueden acumularse en forma de lagos o lagunas
(dura de uno a cien años), para luego seguir su camino hasta los cuerpos de agua y volver a
comenzar.
En el ciclo biogeoquímico del agua, los seres vivos la usamos para ser nuestro componente
principal, por lo que, si no vivimos en el agua, pues la buscamos para tomarla directamente o a
través de nuestros alimentos en la cadena alimentaria y para otros servicios (limpieza de alimentos
y otras, bañarnos).
Nuestro planeta tiene una superficie de un poco más de quinientos diez millones de kilómetros
cuadrados, de los cuales el setenta y un por ciento (trescientos sesenta y tres millones de
kilómetros cuadrados) está cubierta por agua, o sea, casi es un planeta de agua. No entiendo por
qué dicen que las próximas guerras son por agua, si es lo que sobra. Las aguas de los océanos y
mares son el noventa y siete por ciento del agua del planeta. El tres por ciento es agua dulce.
El agua dulce en los territorios emergidos, más del noventa por ciento está de forma de cuencas
hidrográficas subterráneas. Menos del medio por ciento (0,5 %) del agua en los territorios
emergidos están en forma de cuencas hidrográficas superficiales. Pues la humanidad escogió, la
menor proporción de agua para usarla para acueductos, es decir de las cuencas superficiales,
según lo que nos han enseñado los científicos. Decían a principios del siglo XX que las represas le
darían agua a toda la humanidad y eso no lo hemos logrado.
En nuestro caso particular de Maracaibo, dicen que el primer pozo fue el Pozo del Barro frente a la
Iglesia de Santa Bárbara. Pero el agua de la playa (como dice la gaita) era la fuente primaria para
nuestra ciudad, eso es la desembocadura del Río El Manglar, conocido actualmente como Cañada
Morillo y la locación se llama actualmente Las Playitas. Suponemos que vino El Fenómeno de El
Niño y se “agotó” el caudal del Río El Manglar.
El Gobernador de la Provincia de Maracaibo, Joaquín Primo de Rivera contrató a un alemán para
ver dónde se obstruyó el río y dónde nacía. ¡Sorpresa!, no estaba obstruido y no nacía en la Sierra
de Perijá sino en el Hato Puerto Rico (actual Barrio Puerto Rico). Primo De Rivera le envió un
proyecto al Rey de España para desviar al Río Macomyte, ubicado del actual municipio Mara en un
canal para traerlo a Maracaibo. Pero empezaron los alzamientos precursores y luego la
Independencia completa y no se realizó el proyecto.
Par a dar agua a las familias marabinas hicieron un pozo en la actual avenida Falcón, luego en la
Cuenca subterránea de la avenida Universidad con pozos con aspavientos (Las Tarabas) y con el
pozo de la Hollada en la actual avenida Bella Vista, quizás son parte de la Cuenca de la Laguna de
las Peonías. En los años setentas retoman la idea de Joaquín primo de Rivera y traen el agua desde
el distrito Mara represando la Cuenca de los ríos Tulé, Manuelote, Maché, pero no en una canal,
sino por tubería desde unos embalses (Tulé y Manuelote).
Con la actual problemática eléctrica nos dimos cuenta que el desnivel desde los embalses no
ayuda y hay que apoyarse con el bombeo mecánico eléctrico. Llega el agua a Planta C donde es
potabilizada y otra vez el desnivel es muy poco y dependemos de nuevo del bombeo. El sistema de
válvulas para el control de presión y distribución es manual. El crecimiento poblacional ha sido
exponencial y se siente un problema de distribución de agua.
Leyendo la primera parte de este escrito, acudimos al reservorio mayoritario de agua dulce de las
cuencas subterráneas que son más del noventa por ciento, pruebas hay que existe. Hemos
recordado a los acueductos rurales con pozos locales de Arnoldo Gabaldón, cuyo estanque
elevado orientaba al viajero pues decía el nombre del pueblo.
Aún no está prohibido hacer pozos personales o familiares y hemos discutido en la parroquia
Caracciolo Parra Pérez con el ingeniero Javier Castro y el ingeniero Ronald Reyes y concluimos que
más bien deberíamos hacer pozos comunitarios o comunales. Debemos pasar a la construcción de
pozos en Ambulatorios, Hospitales, Escuelas, Liceos, para que alimenten sistemas o acueductos
locales, para el servicio de agua a las familias y apoyen al formal sistema de acueducto de la
Empresa Hidrológica,
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