miércoles, 11 de enero de 2012

Ecosistema Revolucionario del 29-4-2011


Ecosistema Revolucionario sigue su educación ambiental por este medio. El viernes pasado 22 de abril fue día de la Madre Tierra. ¿Quién iba a pensar que un miembro de una cultura indígena le iba cambiar el nombre del planeta e implantar el derecho al agua y los derechos de la Madre Tierra?
Nuestro planeta, “nuestra querida, única y contaminada nave espacial” como dice Walter Martínez, hoy se enfrenta a un reto intestino. Estamos en una época de cambio, d movimientos tectónicos, de interferencia con lo natural de una especie llamada la humanidad.
El ambiente es como la sopa y la Madre Tierra y nosotros (la humanidad) somos simples tropezones. El ambiente, la Madre Tierra existieron sin la humanidad, nosotros apenas somos un día en esa historia. Por eso Evo Morales dijo ante la O.N.U: La Madre Tierra puede vivir sin nosotros. Nosotros sin ella ¡NO!
El debate se centra en el nicho ecológico de la humanidad. ¿Qué función cumple la humanidad en La Madre Tierra, en el Ambiente? Los resultados cuentan que nuestro nicho ecológico (el de la humanidad) es el depredador, devastador, contaminador.
Pero no toda la humanidad es así. El modelo predominante es así como se dijo. Hay personas que siguen ciegamente al modelo dominante. Ciegamente porque el aparato disciplinario, el aparato educativo, hace una formación para que así sea cada persona y todas las personas.
Ese segmento de la población que obedece y defiende al sistema establecido es la sociedad civil. Los quienes enfrentamos a ese sistema somos los rebeldes, los Madretierreros y Madretierreras. De allí para que cambiemos ese nefasto nicho ecológico, es decir la función dentro de la biosfera de la especie la humanidad, debemos hacer una estrategia grandiosa que exalte a que todos y todas y cada quien, seamos ambientalistos o ambientalistas, como las comunidades indígenas...
Hemos propuesto desde Ecosistema Revolucionario y desde la Organización NATURAZUL, que haya un ambientalisto o una ambientalista por cada cinco personas. O sea que entre los seis mil setencientos setenta y cinco millones de personas del planeta, sean mil tres cientos cincuenta y cinco millones de ambientalistos o ambientalistas.
Eso quiere decir que en nuestra República Bolivariana de Venezuela habrá una ambientalisto o una ambientalista en cada hogar, porque el promedio de miembros de una familia en nuestro país es cinco personas por cada familia. Y en los Concejos Comunales que estarían conformados por trescientos a cuatrocientas familias, habrá igual número de ambientalistos o ambientalistas.
Ese es el ambientalismo necesario: crear el ciudadano necesario y la ciudadana necesaria, con buenas actitudes ambientales.
Que respete al ambiente, a la Madre Tierra, a las especies y a la nuestra propia, la humanidad. Así cambiará nuestro nicho ecológico y seremos una humanidad más ética y más moral. Así no tendrá Evo que decirnos que La Madre Tierra puede vivir sin nosotros, nosotros sin ella ¡NO!

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